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martes, 6 de diciembre de 2016

El aeropuerto local

por: Víctor Hugo Torres Egas

El Municipio local ha gestionado el traspaso de los terrenos del aeropuerto a su favor y ha anunciado la construcción de un complejo comercial y de transporte en ese sitio, lo que ha originado la reacción de un sector de la ciudadanía que defiende la permanencia del aeropuerto y plantea la inconveniencia del proyecto municipal. Conviene establecer que se trata de dos cosas diferentes que es bueno separarlas para un análisis cabal.

El aeropuerto como tal tiene casi la misma edad de la ciudad y nunca logró un nivel adecuado de servicio, debido a múltiples factores. Enamorados de la actividad como el Coronel Checa comprobaron personalmente que no era una actividad viable comercialmente. En cuanto a organización física de la ciudad, sin embargo, es un elemento que condiciona  la integración de los barrios aledaños.

Otras ciudades del Ecuador han convertido en parques a sus antiguos aeropuertos, por la misma razón de no ser un equipamiento que se justifique por su frecuencia de uso. Desde  hace unos seis años se escuchan voces que plantean que nuestro aeropuerto debe convertirse en parque urbano, pero hoy el Municipio argumenta la necesidad de descentralizar la ciudad, para lo que propone un  equipamiento  urbano en ese sector.

Quizá no sea agradable reconocer que el aeropuerto no justifica su necesidad de permanecer en ese sitio con expectativas de un desarrollo de la aviación comercial, pero es una verdad inobjetable. La actividad deportiva y logística  bien podría darse en otro sitio para lo cual se deberá armar un proyecto desde el  Municipio, complementando con otros deportes de riesgo, que tienen muchos seguidores en el Cantón.

¿Que uso dar a ese terreno? Hay la propuesta de un parque urbano, pero también la de un proyecto comercial. Al Municipio le corresponde  justificar su propuesta.

Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 5.12.2016



Video del aterrizaje en el aeropuerto de Santo Domingo, Créditos: Exicks poolx, Youtube 2013. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Las redes sociales

por: Víctor Hugo Torres Egas
El afán de comunicarnos es inherente a la humanidad; en el proceso hay hitos que han potenciado esa capacidad. La imprenta, la telefonía, la radio, la televisión y ahora la internet han ido progresivamente rompiendo barreras de manera vertiginosa, al punto que hoy es posible estar conectados con el mundo sin mayor problema.

Quedó atrás la época en que eran pocos los que podían acceder a una información. Ahora, con el solo hecho de contar con un celular, hasta es posible convertirse en reportero desde cualquier sitio, en tiempo real, o ser el protagonista de la noticia con el uso de las redes sociales, verdaderas herramientas de la comunicación. Como toda herramienta, el provecho que se puede sacar de ella depende de quien la utilice. Es tal la cantidad de información disponible, que se necesitará criterio para diferenciar las cosas positivas en medio de la  publicidad verdadera o falsa,  de noticias tendenciosas, de banalidades o de intereses protervos.

Pero siempre queda la posibilidad de un uso racional. Ahora es posible encontrar aliados, en el rincón más impensado del planeta. Proliferan los grupos temáticos sobre  diversas ramas  y es posible recibir aportes de gente que posiblemente no conocerás en tu vida.




Nuestra joven región ha logrado un interesante desarrollo de su economía con el aporte del sector público y privado, aunque es evidente que en la parte social hay muchas deficiencias. Creo que hay una tarea pendiente en la naciente clase media, intelectual y académica, en regresar a ver a nuestro territorio como motivo de estudio. Le haría bien a nuestra sociedad el que se aproveche de estos medios modernos para integrar un tanque de pensamiento local que ayude en el diagnóstico y propuesta de soluciones a nuestra problemática. 




Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 14.11.2016

lunes, 24 de octubre de 2016

Hábitat Santo Domingo

por: Víctor Hugo Torres Egas

Quito fue la sede de uno de los eventos más importantes que se pueden dar en términos de reflexión sobre las circunstancias en las que se desenvuelve la humanidad, avocada a vivir en ciudades. Las relaciones que se generan entre los derechos humanos y los de la naturaleza estuvieron en la óptica de miles de personas, ya del sector oficial, ya de las universidades y de gremios afines. Las inquietudes surgidas del evento van a ser el referente durante los próximos veinte años.

A las viejas preocupaciones de cómo enfrentar la dotación de servicios básicos, se añaden nuevos conceptos como el derecho a la ciudad, que encierra aspiraciones que se refieren a la necesidad de hacer más humana la vida en grandes concentraciones, que tiene que ver con conceptos más complejos, como el empleo, la radicalización de la democracia, la movilidad, la resilencia, el relacionamiento con el Estado central y en general, el involucramiento de la sociedad en la toma de decisiones. Para que esto se cumpla, es evidente la necesidad de cambios profundos en la sociedad en general, y en la estructuración de los Gobiernos locales, en particular.

A partir de las conclusiones de Quito, sería interesante que Santo Domingo promueva una jornada de reflexión sobre su futuro inmediato.  Compartimos con Quinindé y El Carmen el hecho histórico que nacimos de la montaña a la vida jurídica justamente un mismo día de hace cincuenta años, medida política que rompió la unidad del territorio que incluye La Concordia, Puerto Quito, Pedro Vicente y Los Bancos.  Subsiste la Región?   Valdría la pena un esfuerzo por pensarnos en conjunto? Parece oportuno reflexionar sobre nuestra problemática, tan distinta a las de las mega ciudades;  tenemos nuestra propia realidad sobre la que hay que proyectar nuestro futuro. Allí hay un reto.

Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 24.10.2016

lunes, 19 de septiembre de 2016

Nuevas necesidades

por: Arq. Víctor Hugo Torres


Al empezar la década de los ochenta, la ciudad tenía noventa mil habitantes ubicados máximo hasta el anillo vial. Los By Pass estaban lejos; la avenida Chone era un camino tortuoso, por el que transitaban muy pocos carros. 

Tener una línea telefónica era casi un privilegio. Como habían tan pocas, había que distribuirlas estratégicamente lo que obligaba a recibir llamadas donde el vecino, quien, según el humor del momento daba paso a la llamada. La energía eléctrica sufría frecuentes cortes lo que motivaba permanentes reclamos contra nuestra Cooperativa de Electrificación.

En los primeros años de los noventa se ubica el punto de partida de cambios acelerados. Entró en servicio el sistema interconectado, y en cuanto a comunicaciones, la ampliación de las redes fue notable, al tiempo que la población crecía a un ritmo acelerado. Ya no era necesario ir a hacer cola en el IETEL para solicitar una llamada, ya había disponibilidad de líneas por lo que se difundió su uso en hogares y oficinas.

La realidad actual es diferente. Con la aparición del celular, los teléfonos convencionales prácticamente pasan desapercibidos. Ahora nos parece que la imagen que traslada su presencia en la ciudad ha cambiado de una cosa importante a una contaminación visual. Muchos claman por la desaparición de los desagradables “tallarines” que cruzan las calles de la ciudad y proponen cables subterráneos. El Puyo es una ciudad que ha creado una empresa pública de ductería, apuntando a que dentro de poco, todos los servicios que requieran cables sean retirados de los postes y se conduzcan por los ductos municipales, a quien deben pagar un arriendo. La reconstrucción de Portoviejo, Manta, Pedernales incluye una política en ese sentido, para lo que se han destinado 200 millones. Es claro que terminó una etapa  y aparecen nuevas necesidades.


Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 19.09.2016

Mesas de diálogo

por: Arq. Víctor Hugo Torres



Progresar es renovarse gritaba Unamuno desde su tribuna, frase que los Españoles la adaptaron a renovarse o morir cuando sintieron que era necesario emular a los vecinos. Hay que saber tomarle el pulso a la historia, decía un político venezolano, haciendo referencia a que las ideas tienen un momento para que se concreten; ni antes ni después. Parece que ambas frases tienen vigencia en los momentos que vive nuestro Cantón, cuando estamos a punto de cumplir  cincuenta años de vida político administrativa. El sentido común y la madurez adquirida en el tiempo transcurrido, recomiendan que hagamos una seria evaluación de lo actuado, pero también ponernos de acuerdo en los nuevos objetivos que nos proponemos alcanzar en los próximos cincuenta años.

Es conveniente aceptar que se hizo lo que se pudo en las circunstancias que se vivieron, pero con la misma claridad aceptar que los tiempos han cambiado y que es necesario renovarnos.
La vida diaria nos ha conducido a que cada quien se preocupe por su parcela, lo que significa que nadie vea el conjunto del problema. No es verdad que la suma de lo que haga cada gobierno local, cada Ministerio o cada institución, nos conduzca al progreso, sin que alguien fije el norte por donde debemos transitar. Ese norte tiene que ser construido con la participación de la ciudadanía.

Este aniversario nos brinda la oportunidad de proponer un dialogo abierto, que podría ser promovido por un Observatorio o por una Junta Cívica, con la idea de debatir los proyectos del PDOT, apuntando a que sean conocidos y en la medida en que solucionen los problemas puedan ser defendidos por todos de las veleidades de la política. Esa parecería una tarea nata para el gremio de arquitectos. ¿Será que pueden salir de su zona de confort? 


Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 12.09.2016

lunes, 22 de agosto de 2016

El Pueblo y el Estado.

por: Arq. Víctor Hugo Torres

@torresegas


Los espacios noticiosos están llenos de información electoral que dan cuenta de las escaramuzas de las distintas tiendas políticas que aspiran a captar el poder, en un juego cíclico que consiste en tratar de impedir que siga la misma argolla, para dar chance a otra argolla que quiere sacrificarse por el Estado. 
Para el pueblo, el Estado se expresa en lo cotidiano, en el trato que recibe cuando acude en busca de cupo para la escuela de su hijo, cuando busca trabajo, en el transporte público, en el hospital, en el Juzgado o en los controles policiales. Ahí siente el peso del Estado del que hablan los grandes personajes, allí se traduce la Constitución que según dicen está llena de derechos y garantías. Por lo mismo, sabe que gane quien gane, debe trabajar para comer.

Entre el pueblo y el estado, el sistema ha colocado al servidor público, que es el encargado de aterrizar los conceptos. Tanto los gobiernos de  cercanía como el gobierno central deben cuidar que los aparatos administrativos estén al servicio de la gente y se constituyan en facilitadores de la cosa pública; eso que parece razonable, no siempre se cumple  a juzgar por las experiencias que a la mayoría nos toca vivir. Tres meses para obtener una cita médica, tres horas para que lo atiendan en el Hospital, seis meses para aprobar un plano, tres meses para cobrar una planilla, largas filas para cobrar el bono, madrugar para obtener un turno o sufrir la incautación de  los productos de su venta callejera. 
La burocracia es importante para el desarrollo de los pueblos, en tanto se encarga de implementar la ley, pero hace falta que esté referenciada en función de la gente, a la larga, la razón de su existencia. 


Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 22.08.2016

lunes, 15 de agosto de 2016

Apreciaciones distintas

por: Arq. Víctor Hugo Torres

Un agencioso rector de un colegio local se acercó a la Embajada de Japón para recabar el nombre completo del Embajador con el fin de hacerlo constar en una placa de agradecimiento por el financiamiento otorgado a la construcción de aulas. La respuesta del personaje en referencia nos dejó una profunda lección: “Por favor, si va  a hacer una placa, no ponga mi nombre, ponga al Pueblo de Japón. Es el pueblo el que paga sus impuestos de donde se toma el presupuesto para apoyar al desarrollo de otros pueblos del mundo. Yo soy servidor público, me pagan un sueldo por hacer mi trabajo, no merezco ningún homenaje”

También se ha visto todo lo contrario;  personajes locales que exhiben paredes llenas de placas que recuerdan su paso por el sector público. Eso nos retrata como pueblo y como clase política. Como pueblo, está claro que brota por los poros la generosidad no exenta de ingenuidad, que nos hace sentir que hemos sido bendecidos con lo que debería ser un derecho. Como políticos, es evidente que nos quedan rezagos del feudalismo que nos hace sentir que damos algo que nos pertenece, cual Mesías prometido, cuando solo estamos cumpliendo con nuestro deber.  Esa parte de nuestra cultura política nos lleva a pensar que somos únicos, que debemos reelegirnos permanentemente, que nadie lo podría hacer mejor que nosotros y que son amargados quienes se atrevan a dudar de nuestras ejecutorias.


Los seres humanos necesitamos reconocimiento social casi con tanta intensidad como necesitamos alimentos, pero es el nivel de madurez y de conciencia el que nos lleva a dominar nuestra vanidad  y a dar el sitio que corresponde a cada cosa. La toma de conciencia nos conducirá al día en que los rótulos de la obra pública digan simplemente: Al Pueblo de Santo Domingo.

Imagen de Oswaldo Terreros: Sin título (campesino/indígena). 2010, lana, 300 x 185 cm c/u 


Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 14.08.2016

lunes, 11 de julio de 2016

Transporte público


La mayoría de la población del Ecuador vive en ciudades, por lo que el tema del transporte público alcanza la condición de estratégico, si consideramos que es el mecanismo por el que miles de personas pueden satisfacer su necesidad de desplazarse a su lugar de trabajo, de educación, de intercambio, al tenor del ritmo que impone la vida moderna.

Visto desde allí, un sistema de transporte está directamente relacionado con el tiempo útil, por lo que al buen trato, a la comodidad y al precio, hay que añadirle la velocidad de desplazamiento. Hay ciudades en américa latina que alcanzan un promedio de velocidad de 60 Km mientras en Santo Domingo se establece que nos movemos a un promedio de 15Km/h, lo que determina que la sociedad invierte miles de horas diarias en desplazarse, en lugar de dedicarlas a actividades provechosas.

Fuente de fotografía de diario El Comercio

Un sistema de transporte está condicionado por algunas variables como la configuración de la ciudad, topografía, densidad poblacional, calidad y cantidad de vías, estado del parque automotor, cultura de la sociedad y capacidad instalada de la autoridad. En este campo también hemos crecido por añadidura y es evidente que hemos llegado al punto del colapso. El reclamo de la ciudadanía por la demora, el maltrato, la competencia, el irrespeto, etc es plenamente justificado, pero su solución es compleja. La Empresa pública de transporte ensayó en estos días una propuesta de redistribución de las frecuencias, pero al parecer no tuvo los resultados esperados. La verdadera solución radica en que el Municipio asuma el control total del transporte, para privilegiar el servicio público, antes que el lucro individual, pero que incluya también la articulación de las vías y la construcción de otras. Como se puede apreciar, en este campo se va a necesitar un proceso que va a tomar años. 

por: Arq. Víctor Hugo Torres

 
Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador SantoDomingo 10.07.2016

lunes, 20 de junio de 2016

Apuntes sobre el PDOT

Al iniciar una administración Municipal se debe enfrentar la actualización del plan de desarrollo y ordenamiento territorial (PD y OT). Para evitar que domine un solo punto de vista, ya sea técnico o político, se recomienda una metodología participativa, de tal manera que el resultado refleje un equilibrio entre los sectores sociales.

La semana anterior afloraron algunas inconformidades sobre el Plan vigente en nuestro Cantón, surgidas desde sectores que encuentran que el Plan afecta de alguna manera sus intereses y exigen rectificaciones. El hecho de que se ventilen públicamente las inconformidades es sin duda un buen síntoma, porque ahí está el meollo del asunto. Vivimos una sociedad en la que conviven distintos intereses que deben conciliarse para garantizar el desarrollo de la sociedad en un ambiente de paz. La democracia es un sistema que garantiza eso y el diálogo es la herramienta adecuada. El hecho de que se reclame cuando ha sido promulgado por el Municipio, es un síntoma de que no hubo espacios adecuados para conectarse con la ciudadanía durante su formulación.

Un Plan nos debe indicar hacia dónde va nuestro Cantón, y al parecer pocos conocen hacia dónde nos convoca esta nueva administración. Los principales portavoces de la inconformidad son los agonizantes gremios de profesionales que privilegian sus aspiraciones de grupo a los intereses de la ciudad.

Plano de pobreza por necesidades básicas insatisfechas en Santo Domingo de los Colorados.
Los datos provienen del censo de población y vivienda INEC 2010. Mayores detalles aquí.

El Gobierno local está obligado a proponer proyectos que impulsen el cantón hacia el progreso, lo que implica cambios que a su vez traen consecuencias. Eso nos indica que por desgracia la unanimidad no va a ser posible, porque los intereses son distintos y las circunstancias son cambiantes. No pueden seguir los comerciantes trabajando como lo hacen hoy, el transporte no puede seguir como ahora, la infraestructura urbana debe incrementarse, pero con criterio de equilibrio territorial. ¿Qué nos propone el Plan al respecto?

por: Arq. Víctor Hugo Torres


Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 20.06.2016

lunes, 30 de mayo de 2016

Plataforma industrial

En sus primeros 50 años de vida la ciudad creció por acumulación pero sin orden. Para potenciar sus capacidades de cabeza de región, es necesario que el GAD Municipal asuma la tarea de ordenar la urbe. Hay mucho que hacer, pero por dónde comenzar?

Pese a que el primer Plan de Desarrollo ya habla de nuestra capacidad productiva y de un necesario parque industrial, la verdad es que no pudimos concretar la idea y finalmente tenemos una ciudad en la que todas las actividades productivas se realizan dentro de la trama urbana, generando conflictos de movilidad y ruido, estorbándonos mutuamente. Se podría resolver si el Municipio genera una plataforma, una especie de lotes con servicios, en donde se asienten las industrias existentes, más las que puedan aparecer en un futuro inmediato. Allá podrían estar los talleres de carrocerías, los aserraderos, las embotelladoras de agua, las fábricas de ropa de nivel medio, los talleres mecánicos, las plantas recicladoras, etc. A futuro podrían instalarse las plantas procesadoras de frutas, una pasteurizadora y hasta un camal.



Imagenes: Ejemplos de diseños de parques industriales, desde arriba Chennei en India, Chile, Barcelona (España) 
Fuentes: http://india.viaje.ws, laprensamx, http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/771701/la-nueva-fabrica-urbana-el-eco-parque-industrial-de-torrent-estadella-barcelona


La propuesta debe ser atractiva para que los empresarios sientan la conveniencia de reubicarse. Debería haber lotes grandes, equipados con buenas calles, con servicio de luz y agua suficientes, con manejo de aguas residuales y de desechos sólidos. A las bondades físicas habría que añadirles incentivos como el financiamiento del terreno, la exoneración temporal de impuestos, e inclusive promover financiamiento externo para el crecimiento de sus actividades.

Las ventajas para la ciudad y para las empresas son evidentes, en términos de descongestionar la ciudad, de mejoría en las actividades productivas y de consolidación de nuestra ciudad como cabecera de región. De esa manera, el GAD asumiría el rol de agente de desarrollo local que ahora no lo ejerce ni de lejos.




por: Arq. Víctor Hugo Torres



Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 30.05.2016

lunes, 18 de abril de 2016

Ajustes necesarios

Ahora que el Estado se contrae, cientos de jóvenes santo domingueños retornarán a su pueblo expulsados de las empresas petroleras, del transporte, de las flores, de la construcción, cuando no del mismo sector público.

Mientras tanto, por una parte se constata que el sector privado de la Provincia ha sido incapaz de generar nuevos puestos de trabajo y de otro lado, los gobiernos locales verán disminuidos sus recursos más allá del 12% señalado inicialmente. Para completar el drama, el invierno se vino con furia.

Gobernar con todo a favor es fácil; es en los momentos de crisis cuando afloran los estadistas. Las actuales circunstancias nos van a demostrar de qué madera están hechas nuestras autoridades.

Es evidente que se impone la necesidad de hacer ajustes en los presupuestos, en procura de que la inversión se mantenga y que si algo se suspende, que sean actividades no generadoras de valor.

Como nunca el gasto público tiene que ser pensado en términos estratégicos, apuntando a que la gente pueda satisfacer su mayor necesidad que es la de tener trabajo. En ese sentido, la construcción es una fuente de ocupación de mano de obra no calificada que tiene que ser precautelada.

La eficiencia de un gobierno se mide por la cantidad y la calidad del gasto.

Sería interesante que el GAD Municipal tome las acciones para corregir el bajo nivel de ejecución presupuestaria que exhibe cada año; que el GAD Provincial se concrete a las obras que le competen, que junten esfuerzos para objetivos comunes, que desaparezcan acciones innecesarias, que se disminuya el gasto en publicidad. La crisis empuja a que nuestros gobiernos locales sean más eficientes, para por lo menos mantener el ritmo de crecimiento. En este momento de la economía es vital evitar que la inversión disminuya.

Por: Arq. Víctor Hugo Torres
@torresegas

Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 18.04.2016



lunes, 28 de marzo de 2016

Los GADS provinciales


La columna de los viernes se hacía eco del pedido de las Juntas Parroquiales que plantea que sea el área rural la que elija al Prefecto. Parece lógico el pedido, si consideramos que las competencias que se le han concedido restringen exclusivamente su actividad para ese sector. Cuando empezó nuestra vida republicana, la organización del estado partió de un gobierno central y de los cabildos Municipales; ya entrado el siglo veinte aparece lo que se denominaba hasta hace poco el Consejo Provincial. Ha desaparecido como forma de gobierno y vuelto a aparecer por lo menos en dos oportunidades, básicamente porque se percibe superposición de roles con los municipios y los Gads Parroquiales, especialmente ahora que hemos definido claramente las competencias de cada nivel de gobierno.   
Hay una propuesta de Regionalización que asigna un rol diferente a los Consejos Provinciales, pero que no se ha implementado y a estas alturas vale la pena preguntar si esa propuesta sigue en pie o ha sido archivada; mientras tanto, el rol de los Consejos parece forzado,  puesto que la superposición se mantiene. Muchos explican su existencia por una necesidad política del sistema, que requiere espacios para promover a sus cuadros.
Visto el caso desde la teoría de la Planificación, los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD´s) Provinciales difícilmente encuentran justificación, pero no es menos cierto que ante la pesadez del Estado, muchos ecuatorianos han recibido el beneficio de su presencia. Hay varios ejemplos de Gobiernos Provinciales que han marcado la diferencia, en cuanto a vías, regadío, fomento de la producción, etc. Nosotros le pusimos mucha fe a la provincialización y sin duda resultó efectiva en muchas cosas. Nos queda pendiente a  la tarea de un balance objetivo de nuestro Gobierno provincial.  

Por Arq. Víctor Hugo Torres
@torresegas
Artículo publicado originalmente en diario La Hora 28.03.2016