sábado, 24 de octubre de 2015

Provincialización y Provincializadores

 
El seis de noviembre se celebra tanto la cantonización de La Concordia como la provincialización de Santo Domingo de los Tsáchilas. Con el fin de reconstruir una parte de la historia de nuestra localidad me permito reproducir las palabras del Ing. Jorge Yumbla León  para su amigo Galo Luzuriaga Riofrío en  la Catedral del Santo Domingo el 20 de febrero del 2012, cuando con motivo de su sepelio se recordaron junto a su memoria, algunos acontecimientos y actores del proceso cívico llevado a cabo a lo largo de cuatro décadas hasta alcanzar su objetivo.
La reproducción de este texto es a su vez un homenaje a la memoria de Jorge Yumbla quién falleció dos años mas tarde, el 21 de agosto del 2014.
Puede parecer extraño que se recuerde con motivo de las fiestas de la provincia a personas fallecidas hace no mucho, y probablemente lo es, si no sabemos que esta celebración solo es posible porque ellos son parte de tantos quienes trabajaron para conseguir su creación. Por eso creo que en fechas como esta, vale la pena recordar el esfuerzo y ánimo entregado por quienes creyeron en esta causa común llamada provincia, hacerlo es también una forma de ser justos con la historia de nuestra joven provincia.
De esta manera este blog hace un tributo a la Provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas en su octavo aniversario. Como siempre esperamos que lectura sea de su agrado y esperamos en lo posible sus comentarios.
El Editor



A modo de despedida

 

Hace más de treinta años me uní a la marcha por la provincialización de Santo Domingo promovida por Galo Luzuriaga Riofrío.  En ese largo recorrido  vivimos cientos de situaciones unas solemnes y otras no tanto, unas amargas y otras sabrosas. Ojalá que un día  pueda contar mil detalles. Por ahora quiero contarles tres cosas.  



Jorge Yumbla durante una visita al bosque "La Perla".
La  primera se refiere a mi debut como Presidente del Comité de Provincialización. Luego de una larga jornada de varios años que pasaron entre reestructurar el  Comité,  la célebre marcha de Agosto de 1985, la presentación del proyecto al congreso, etc. Galo decide que es hora de abrir un paréntesis. Él pensaba que era bueno refrescar el Comité y que era bueno poner nuevos rostros al frente de la organización. Y se le ocurrió que yo era el encargado de reemplazarlo. Yo, un ingeniero civil, escaso de palabra, especialmente comparado con Galo, ¿reemplazarlo en la presidencia del Comité?  La sola probabilidad me asustaba, y lo peor era que el momento no admitía renunciamientos.  No pude eludir la tarea y asumí el encargo. Galo se había comprometido a estar apoyando permanentemente, y así lo hizo. Cada semana tenía de dos a tres hojas de tareas que se me encomendaba, y aunque en esa  época no había el Internet ni el teléfono celular, siempre sabía cual tarea se había cumplido y cual no. De eso se encargaban Fernando Velarde, María Piedad y Víctor Hugo, sus mimados.
 
La segunda cosa a la me quiero referir es a un hecho que nos quitó el sueño durante algún tiempo. Hacíamos intensas gestiones para que nuestro pedido entre a trámite en el congreso, pero siempre la misma cosa: al Congreso Nacional le asustaba la reacción de Esmeraldas frente a nuestro pedido de Provincia. Un buen día, el jefe de bloque del partido mayoritario en el Congreso Nacional nos convoca para transmitirnos su posición: “Ustedes arreglan el tema con Esmeraldas y nosotros atendemos inmediatamente su pedido; eso sí, debe venir firmado por los dos lados.” También puso otra condición: el Presidente del Comité debía pasar a filas de su partido. Es así como de militante Socialista, en menos de dos días pasé a Director del Partido Socialcristiano. Todo por la  causa de la Provincia. En esas circunstancias se dio la firma de un acta por la que nosotros aceptábamos que la provincia nazca sin La Concordia, convencidos de que el tiempo se encargaría de hacer el resto. Monseñor Emilio Sthele era aún más radical. Él decía: “aunque los políticos nos dejen solo el parque central para nuestro nacimiento, el resto es cuestión del tiempo, tarde o temprano volveremos a reconstruir la región natural”. Y así firmamos. Hay personajes que encuentran en ese acto un motivo de traición. Pero el tiempo nos ha dado la razón. Era difícil el tema, pero estábamos decididos a asumir las consecuencias. Hoy puedes descansar en paz, la provincia está hecha y La Concordia está con nosotros, como lo avizoramos.
 
Finalmente, quiero agradecer a Galo Luzuriaga por habernos convocado a esta noble causa. Nos diste la oportunidad de realizarnos personalmente al volcar todo nuestro entusiasmo y nuestras capacidades a la causa de la provincia. Sin embargo, no siento que el trabajo haya terminado. A nosotros nos queda seguir pendientes de que lo que construimos juntos vaya por buen camino. Conociéndote como te conozco, estoy seguro que allá en el cielo ya estarás reunido con César y Modesto Fernández, con Hólger Polanco, con César Ramírez, Gustavo Domínguez, Tarsicio Grijalva y con el padre Gualberto, sesionando en el Comité Supervisor de la Provincia. En vida te preocupaste de la provincia hasta tus últimos días. Estoy seguro que allá habrás iniciado tu trabajo desde el primer día. Por nuestra parte nos comprometemos a seguir activos y esperando disposiciones de la superioridad. Tenemos claro que simplemente te adelantaste para preparar las cosas para que paulatinamente nos reagrupemos en el cielo. Porque ese es el sitio destinado para los que luchan. 
 
Hasta pronto Comandante

Por: Jorge Yumbla León + 









Para terminar les dejo una canción sobre esta provincia que si bien no es de este año, es reciente y fresca como esta provincia.