miércoles, 13 de noviembre de 2013

POLITICOS DE TALLA

Por: Arq. Víctor Hugo Torres Egas


Hemos dicho que nuestra ciudad ha tenido un crecimiento abrupto, que se inicia a partir de 1950. Desde ese tiempo hemos pasado por distintas formas de gobierno que han estado directamente relacionadas con nuestra forma de organización política territorial, que de igual manera ha sido cambiante. Las primeras autoridades que se encargaban de la administración de este territorio estaban difuminadas entre la Junta de Caminos, el teniente político y el jefe de la Policía.

Los primeros gobiernos propiamente dichos correspondieron a la Junta Pro Mejoras, cuyos integrantes eran designados desde el Municipio de Quito, que era la jurisdicción a la que pertenecíamos. A partir de 1967 que alcanzamos la categoría de Cantón, el gobierno cambia a Concejo Municipal, cuya primera autoridad era el Presidente del Concejo. En esa condición hemos tenido a Ramón Chérrez Chávez; Kléber Paz y Miño, Ciro Andrade, Holger Polanco, gobiernos que se han caracterizado por su corta duración, propia de la inestabilidad política de nuestro País.
Fuente: Boletín Nº 1 La Colonización en el Ecuador, Instituto Nacional de Colonización, 1959

Con el retorno a la democracia, luego de un largo período dictatorial, Santo Domingo, junto con Milagro, Quevedo y Manta,  se acogen a una ley que permite elegir Alcalde, pese a no ser capital de provincia. De ese proceso surge nuestro primer Alcalde, Don Kléber Paz y Miño Flores, elegido en votación popular en 1979. A partir de allí se han sucedido en el cargo, Don Darío Kanyat; Leonardo López; Ramiro Gallo; Hólger Velastegui D.; Kleber Paz y Miño y Verónica Zurita.

Foto: Desfile por fiestas de cantonización Julio, 3 de 1969. Calles Quito y Tulcán.
Fuente: Santo Domingo de los Colorados Crónicas y Remembranzas (1939 -1984), 
Eudoro Oliva Taylor, 2010 

Una revisión de las ejecutorias de las distintas Alcaldías nos muestra dos constantes. La una es el hecho de limitarse a administrar un escaso presupuesto que no alcanza sino a paliar las necesidades del Cantón. Desde ese punto de vista, todas las administraciones Municipales han hecho lo mismo, constituyendo su factor diferenciador la mayor o menor eficiencia y transparencia en sus actos, por lo que podemos destacar a la administración del Ing. Leonardo López. Las demás han sido muy parecidas: poca capacidad administrativa, afán de figuración, poco apego a la planificación y sobre todo, poca transparencia en el manejo de los recursos municipales.

¿Que les ha faltado a nuestros gobiernos locales? Justamente la segunda constante es la falta de visión política de las circunstancias. Dicho de otro modo, nuestras autoridades se han limitado a mal administrar los recursos municipales y a medianamente proveer de servicios como agua, recolección de basura, camal, pero sobre todo aprovechar del cargo.

Hace 45 años un grupo de pioneros tuvieron una visión política para este territorio, que se concretó en la provincialización. Agotada esa idea, no hay un nuevo paradigma que mueva a los Santodomingueños. No se ha escuchado desde los diferentes partidos políticos propuestas que vayan más allá de la crítica a las malas prácticas de gobierno de la que la actual administración hace gala. Tampoco surgen ideas desde la institucionalidad y las autoridades se limitan a cumplir lo señalado para su ámbito. La sociedad civil luce sin voz y totalmente desarticulada. Una vez conseguida la Provincia, se incorpora el GAD Provincial, en el que tampoco corrimos con suerte y hasta la fecha no supera la etapa de aprendizaje.  

Curiosamente, Santo Domingo es cabeza de una región que abarca la zona de colonización; del mismo proceso surgen lo que hoy es Quinindé, Pedro Vicente, Puerto Quito, La Concordia, Pedernales; El Carmen, Santo Domingo y Patricia Pilar, territorios que hoy comparten la misma suerte de escases de presupuesto para enfrentar su desarrollo y el mismo estilo de gobierno que se encierra en su aldea, sin reconocer la tremenda relación que existe al interior del territorio regional, artificiosamente dividido por la miopía de los políticos de turno.

La actual administración municipal de Santo Domingo se caracteriza por su estilo prepotente que asume como verdad el hecho de que toda inversión debe ser municipal. Cuando la visión moderna de la política propone una alianza entre el sector público y privado, este municipio reclama para sí la tarea de invertir en sectores en los que perfectamente podría invertir la empresa privada. Es un error político el impedir que los comerciantes mayoristas construyan con sus recursos su propio mercado; es un error político el invertir millonarias sumas en la construcción de un camal, cuando perfectamente lo podría construir el sector privado. Es un error político compartido, el hecho de que cada cantón cuente con su botadero de basura, su camal, cuando podría ser asumido en conjunto, liberando recursos para atender otras necesidades prioritarias en esos territorios. Es un error político el pretender que cada cantón se considere territorio independiente y pretenda tener hospitales, universidades, industrias, a escala de su respectivo territorio. 

Fuente: Cuenta Facebook Municipio de Santo Domingo, Homeja a la Provincialización y 
a la Colonización, 2013.

Es hora de proponer cosas nuevas en los respectivos territorios, que tengan que ver con cosas cualitativas más allá del cemento y el hierro. Es hora de pensar en el desarrollo económico local, en el fomento de la identidad, en la participación ciudadana, pero también es hora de vernos como una región y proponer las soluciones a ese nivel. Es indudable que para que esa visión sea viable, se requieren políticos de talla, no solo en Santo Domingo, sino en toda la Región, políticos que superen con creces la visión de los que actualmente ocupan los cargos. Hoy que se avecina un proceso electoral, sería interesante constatar que las diferentes tiendas políticas designen a candidatos que tengan criterio político, dejando de lado a quienes reclaman el mérito de haber sido infaltable en las marchas de respaldo a la autoridad. Está claro que la región requiere de políticos de talla, de los que, lamentablemente, se ve a muy pocos entre los que aparecen aspirando a las diferentes dignidades.

Noviembre 2013  
htl

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