por: Víctor Hugo Torres Egas
Mientras para muchos el tiempo
puede ser graficado como una línea continua en la que se distingue
perfectamente el pasado del futuro, para nuestros indígenas el tiempo es una
espiral, en permanente ascenso. Al parecer también existe la posibilidad de
caminar en círculos y volver al pasado. ¿Será solo un fenómeno local?
Nos habían vendido la ilusión de
que la Policía había cambiado mucho, también creíamos que ahora contamos con
instituciones serias en temas de seguridad, pero la realidad nos mostró otra
cosa. Acaba de perderse una joven vida de
una manera absurda, porque un oficial de policía entrenado con recursos del
Estado, no tuvo la inteligencia para organizar un espectáculo público sin poner
en riesgo a la gente. Ni que hablar de la pobreza dirigencial de los organismos
de socorro.
En el sector judicial pasa algo
semejante. Ahora tenemos edificios y equipos modernos; hay muchos más
funcionarios que antes y muchos de ellos jóvenes, lo que nos hacía abrigar
esperanzas, pero muy pronto adoptaron poses que nos regresaron al pasado. En
Santo Domingo se ha visto a Jueces presidiendo
una Audiencia en pantaloneta, con aire juvenil, pero sin poder mostrarnos algo
de la meritocracia que se supone lo llevó al cargo.
En estos días de fiesta hemos
regresado a la superada costumbre de cerrar las calles para dar paso a los
afanes de alguien que tiene la peregrina idea de colocarnos en el ranking de
ciudades que organizan algo gigante, aunque raye en lo absurdo.
Finalmente, en el tema político en
el que la crisis de liderazgo es evidente, hemos constatado el regreso de los
mismos. Subsiste la apropiación de los partidos por determinados grupos,
subsisten los predestinados, pero no hay muestras de conocimiento del problema
y de las posibles soluciones. Lo mismo de antaño.
Artículo publicado en diario La Hora Ecuador Santo Domingo 7.11.2016
No hay comentarios.:
Publicar un comentario