El gobierno actual se ha caracterizado por plantear una dura lucha en contra de algunos medios que él considera contrarios a su accionar político, entre ellos La Hora; mientras tanto, el pueblo ve de lejos la disputa del poder y juzga la actitud de cada uno de ellos. Hasta allí, la cosa es entendible, si consideramos que vivimos en una sociedad diversa en la que caben diferentes puntos de vista. Allí radica precisamente el valor de la Democracia, que es el sistema que permite regular la actuación de cada sector, en el marco de un contrato social que garantiza los derechos de los diversos. Desde ese punto de vista, el hecho de que desde el poder se usen artificios para acallar a los otros, no es precisamente cercano al espíritu de la democracia.
Escribir en un periódico es en general una manera de dejar constancia de una idea, con la esperanza de que genere reacciones en otras personas. Aspirar a merecer unanimidad alrededor de un criterio es equivocado, si estamos claros que los lectores son diversos. De allí que vale destacar que el acto de escribir encierra un desafío, puesto que si bien hace uso del derecho de expresión, expone su criterio al escrutinio público y no necesariamente se tiene que salir halagado.
Foto Tomada de página de Grupo Calvo en su publicación "Fallan los hombres, no la democracia"
Esta verdad es mucho más evidente en una sociedad como la nuestra, en la que es indiscutible la necesidad de generar opinión pública, para que se amplíen los puntos de vista y se debatan las acciones u omisiones de quienes dirigen nuestras instituciones públicas y privadas. La Hora de Santo Domingo da cabida en su sección Editorial a inquietudes provenientes de distintos sectores, lo que merece nuestro reconocimiento en la medida en que contribuye a la transformación progresiva de nuestro pueblo en una ciudad para diversos.
por: Arq. Víctor Hugo Torres
Artículo publicado originalmente en diario La Hora Ecuador SantoDomingo 04.07.2016
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