Santo Domingo es
una ciudad que ha crecido de manera abrupta en apenas sesenta años. En 1950
tenía 1500 habitantes, hoy es la cuarta ciudad del país en términos de número
de habitantes. Ese crecimiento violento obedeció al proceso de colonización
implementado desde el Estado que motivó el desplazamiento de habitantes
procedentes de todas las regiones del Ecuador e inclusive del exterior para
ocupar una zona que originalmente era montaña y transformarla en unidades de
producción. El proyecto impulsado por el Estado cumplió el objetivo propuesto,
pero originó una consecuencia que no estaba prevista: la creación de una ciudad
que actúa como proveedora de servicios para la región de Colonización.
Santo Domingo es el centro de abastecimiento de bienes y servicios de una Región que a más de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas comprende el área de los cantones de Pedernales, El Carmen, Quinindé, Puerto Quito, los Bancos, Tandapi y Patricia Pilar. Eso explica la dinámica comercial de la ciudad, lo que implica más oportunidades para los pequeños emprendimientos que se hacen posibles por la presencia de los habitantes permanentes y por la alta población flotante que circula por la ciudad en demanda de servicios. Eso explica la presencia de comerciantes informales que pululan en la ciudad.
Santo Domingo es el centro de abastecimiento de bienes y servicios de una Región que a más de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas comprende el área de los cantones de Pedernales, El Carmen, Quinindé, Puerto Quito, los Bancos, Tandapi y Patricia Pilar. Eso explica la dinámica comercial de la ciudad, lo que implica más oportunidades para los pequeños emprendimientos que se hacen posibles por la presencia de los habitantes permanentes y por la alta población flotante que circula por la ciudad en demanda de servicios. Eso explica la presencia de comerciantes informales que pululan en la ciudad.
El desarrollo de
Santo Domingo se debe en gran medida al aporte de fuerzas exógenas al territorio
y su mayor debilidad radica justamente en la falta de desarrollo local con el
aporte de sus fuerzas endógenas. Contradictoriamente la economía de la región
es fuerte, pero el desarrollo económico local es más bien débil. El crecimiento
de la región esconde profundos desequilibrios, puesto que si por un lado
podemos exhibir grandes avances, la gran mayoría de la población vive en
condiciones de pobreza.
En términos de
estructura socioeconómica, esta región
se caracteriza por no contar con una clase media consolidada, la mayoría
de sus instituciones no alcanzan la talla que demandan las circunstancias y su gente deben dedicarse a sobrevivir y a intentar resolver los problemas
primarios como: vivienda, educación, salud, trabajo y otros que le permitan contar con excedentes que le
permitan dedicar parte de su tiempo a pensar en lo colectivo. Eso explica la
falta de líderes políticos, empresariales y de todo orden. Si se dibujara la estructura de la sociedad de la región,
aparecería como una pirámide trunca, en la que prácticamente no se cuenta con
élites de ninguna naturaleza, valdría preguntarse si ¿eso la vuelve más democrática?.
El hecho más
representativo en términos político administrativos ha sido la
provincialización, hecho por el que se fortaleció la institucionalidad del
cantón con la presencia del Estado a través del Gobierno Autónomo Descentralizad Provincial, Gobernación,
Direcciones de Ministerios, lo que significa también mayor presupuesto para
inversiones. Recién en estos días se acaba de completar el mapa físico de la
nueva Provincia, mediante el decreto de anexión de La Concordia a la Provincia de
los Tsachilas, con lo que se supera un problema que rayaba en lo absurdo en
cuanto a lo político administrativo para un sector del país, disputado por más
de dos provincias, pero abandonado por todos. Nivelar las necesidades de ese
territorio demandará de ingentes recursos, que por otro lado no dispone el
Gobierno de la Provincia.
A lo largo de su
historia política, en el cantón han ejercido los gobiernos locales los partidos
que han ocupado el sillón presidencial. Este fenómeno en la actualidad es mucho
más marcado, por la fuerza que representa Alianza País a nivel nacional. Ahora
es impensable una candidatura ganadora desde otro sector que no sea el
Movimiento país, de manera que es una cuestión que debe ser vista desde doble
perspectiva: Hay la posibilidad concreta de ejercer gobierno local por parte de
País, pero también desde el punto de vista de la gran responsabilidad que
significa asumir el manejo de una situación tan compleja como lo que representa
ejercer gobierno en las circunstancias en las que se desenvuelve la región.
Hacer un Gobierno tradicional no resuelve en lo más mínimo la problemática y
más bien significa una pérdida de oportunidades. El reto está en hacer un
gobierno responsable.
TAMAÑO DE LA SOLUCIÓN: La
fuerza de País a nivel nacional no se reproduce a nivel local, lamentablemente. Las fuerzas locales se han alineado alrededor
de las cabezas de los Gobiernos locales. Sin posibilidades de acuerdos mínimos,
luchan entre sí para anularse mutuamente, lo que ha significado que otros
dirigentes que no quieren alinearse en esa pelea interna abran sus propios
espacios, con las consecuencias de atomización. Es la imagen del Presidente la
única referencia vertebradora. No hay un
plan común, no hay acuerdos mínimos ni siquiera en lo administrativo y a los
dos gobiernos locales se une el activismo de las delegaciones provinciales de
los diferentes ministerios que actúan cada cual por su cuenta.
Los apetitos de
poder han segmentado a País. Cada quien aspira ser tomado en cuenta en las
próximas elecciones para lo que se han armado grupos y hasta sub grupos. Al
momento activan en País por lo menos los siguientes grupos visibles:
GRAN ALFARO, capitaneado
por la Alcaldesa del cantón. Aparentemente el más fuerte, ligado a la capacidad
de movilización que permite el hecho de ejercer el gobierno Municipal. Bajo el
mando político y laboral de la señora Alcaldesa se encuentra el Director
Provincial de País, que por lo mismo se encuentra imposibilitado de ejercer una
tarea integradora. A este sector pertenece el asambleísta William Garzón.
BASES PAIS; capitaneado
por el trio conformado por el Prefecto, la Asambleísta Mary Verduga, y la ex
vice prefecta y actual Asambleísta Johana Cedeño.
COMANDO PAÍS: liderado por
el Sr. Manuel Vivanco
JOVENES PAIS (J 35):
Liderado por el Sr. Javier Márquez, con simpatías para el sector del Prefecto.
GRUPO DEL GOBERNADOR: Tiene
nombre propio y gira alrededor de funcionarios y amigos de la Gobernación.
LIDER OLAYA: Ex candidato
a Asambleísta que luego de la campaña armó su propio grupo de reflexión
política.
JOHANA NUÑEZ: Un grupo que
responde al proyecto personal de su dirigente.
De esos sectores
saldrán las próximas autoridades. ¿Serán las que el pueblo necesita?
VHTE / Junio del 2013